Si nos piropeáis por la calle tenemos que asumir que es un gesto
de finura delicado, pura galantería;
¿Quién ha piropeado a una chica y esta se ha
girado para pedirle una cita?
¿Ninguna?
Tranquilos, no es porque nos dé putoasco, sino porque sabemos que la forma de
haceros saber que nos gusta, es pasar de forma indiferente por delante y seguir caminando.
Nos gusta hacernos las difíciles,
y está visto que funciona, seguís haciéndolo una y otra vez. Gracias.
Gracias por ejercer un poder sólo porque podéis hacerlo.
Nos encanta que nos toquéis por la calle, en el metro o en el ascensor.
No os cortéis, ¡estamos para eso!
Nos vestimos y arreglamos para vosotros.
Si nos ponemos falda, maquillamos, mostramos el cuerpo o nos emborrachamos,
es solamente para que nos folléis. Queramos o no.
Si os rechazamos, es muy eficaz que nos insultéis y gritéis,
a veces estamos poco domesticadas y hace falta que se nos meta en vereda.
Cuando una mujer dice NO, no siempre significa NO.
Muchas gracias también por esto.
Ya sabéis que las mujeres estamos locas
y no sabemos lo que decimos, gracias por saberlo vosotros mejor.
Si fuerzas a tu novia a mantener relaciones sexuales, está clarísimo que jamás podría
ser considerado una violación, cuando aceptamos tener relaciones dentro de la
pareja la primera vez, asumimos todas las demás veces que os apetezcan.
Sabemos que los hombres son incapaces de controlar sus instintos y que
cuando empezáis ya no podeis parar.
Estamos para que nos abordéis sexualmente.
Gracias a los señores jueces por valorar que si seguimos con vida o no tenemos demasiados golpes,
es porque realmente queríamos que nos violaran. Salvar la vida es una prueba
que juega en nuestra contra. Normal.
Gracias por educarnos para no ser violadas, antes que enseñar a los hombres a no violar, y para eso acotar nuestros horarios, los sitios en los que podemos estar, lo que podemos hacer y con quien estar.
Me encanta darme cuenta de que vivimos en un mundo tan sumamente miserable.
Gracias.