miércoles, 31 de octubre de 2012

masturAMAte



En serenidad, tranquila, a veces con algo de prisa por un simple desahogo, otras no. Es algo más. Una recompensa que ofrece mi cuerpo. Una caricia, un lametón, un golpe y otra experiencia. 

¿Una necesidad o una devoción?

Que importa. La masturbación se me hace imprescindible; pero nunca obligada. 
Ni prohibición ni obligación dentro del sexo.

Ya hemos leido suficiente sobre consejos de conócete a ti misma, mejora tu salud sexual, investiga técnicas,... Demasiado científico, yo quiero acercarme desde mi misma .

La educación en la prevención en vez de en el simple placer, distorsiona en ocasiones la finalidad del juego: Mojarte. A veces me pregunto si las mujeres que dicen que no se masturban, cuando se excitan solas y piensan en las perversiones más intimas, no cruzan las piernas y aprietan los muslos para calmar esas necesidades y deseos. 
¿Acaso eso no es masturbarse? ¿Dónde está el límite?

Nos han prohibido tocarnos, corrernos y disfrutar; pero cuando nos obligan a masturbarnos 
como ellos quieren también intentan ejercer su poder. 
¡La masturbación es nuestra!

El roce, frotarnos, acariciarnos (todo el cuerpo), besarnos y recorrernos, penetrarnos con un dedo, con dos, con todos los objetos, por el culo, por el coño, en los pechos, ducharnos y follarnos, viendo porno, o no viendo nada, con dildo o sin dildo, sola o acompañada, nuestro cuerpo es un campo de batalla y nosotras elegimos como ganarla.



Amar el cuerpo en el que voy a estar el resto de mi vida. Y correrme del gusto.

martes, 30 de octubre de 2012

matriarcado



El matriarcado no es una organización social utópica ni del pasado. Los antropólogos los buscan como formas opuestas al patriarcado, por lo que jamás los encontrarían;  
el feminismo no es el opuesto al machismo, esto es lo mismo.

Un claro ejemplo de sociedad matriarcal son Las Musuo, situadas en torno al lago Lugu, entre las provincias de Yunnan y Sichuan, en el sudoeste de China.

La unidad familiar gira entorno a las madres; hijos, sobrinos, tíos, abuelos y primos viven con ellas y son criados entre todas. La familia es independiente de las relaciones sexuales o amorosas. Es impensable que el amor romántico, fugaz y volatil, sea la base de los núcleos familiares, y esto logra una libertad profunda a la hora de elegir sus relaciones. 

Las jóvenes Mosuo poseen un cuarto propio llamado cuarto de las flores (Babahuago), con acceso al interior de la vivienda y con puerta al exterior. Las muchachas deciden dejar pasar a sus parejas sexuales o románticas, distintos amantes o siempre el mismo. Los hijos que concibieran serían criados por la familia materna, siendo el único padre biológico que existe el hermano de la madre. La plena libertad sexual de las mujeres, sin un acuerdo de fidelidad, impide que los hombres controlen si los embarazos son causados por ellos. El patriarcado emplea exactamente ese control sexual para asegurar la continuidad a través de la herencia de su propiedad privada. 

La responsabilidad con la comunidad, como es el trabajo, la sustentan las mujeres. Las madres preservan el bienestar del pueblo porque el pueblo son sus hijos. La toma de decisión es consensuada por hombres y mujeres, pero las grandes decisiones que generalmente recaen en los hombres como construir un cerco, un canal, o hacer un viaje no son consideradas importantes. Las decisiones que tienen que ver con el cuidado y la crianza son las que poseen un mayor valor.

Es llamativo el rechazo a la violencia. Ser agresivo no es viril, es vergonzante. Los celos, como muestra de dominación, son inaceptables. No se permite vulnerar la libertad sexual individual de nadie.

Resaltar también la no cabida del capitalismo en estas estructuras, y el cuidado y respeto por la tierra. Las Mosuo veneran el lago Lugu como Diosa Madre y a la montaña Ganmo como Diosa del amor.






Matriarcado como única alternativa




lunes, 29 de octubre de 2012

mi menstruación, mi sangre, mis reglas.





Ya me han dicho, a lo largo de toda mi vida, como tengo que sentirme cuando menstrúo. 
Huelo mal, estoy histérica, tengo que sufrirla, mal humor, mala cara, 
nadie me soporta, tomo malas decisiones, estoy más introspectiva,
la odio, todo se desborda, las personas que me rodean deben
tenerlo en cuenta para tomarme menos en serio,...

Pero trás darle una oportunidad y reconciliarme, me he dado cuenta de que eso no
es lo que siento.

Me siento bella, llena de vida, mis pechos se vuelven grandes y tersos,
mi cuerpo se hincha y me concede formas hermosas, 
las décimas de fiebre que me suben le dan un brillo especial 
a mis ojos y un tono rosado a mis mejillas, no me siento más femenina, me pienso más, soy 
más consciente de lo que me rodea, el aumento de mi sensibilidad
hace más fácil que pueda ayudar mejor a las personas y aumentan mis capacidades
de cuidado hacia mi y hacia el resto.

Me gustaría que compartierais como es vuestra regla, 
separado de lo que nos han dicho que debemos sentir.

ácido.




Sólo un 2% de los agresores es castigado 
con algún tipo de condena cuando se emplea ácido.  
Son los rostros de las mujeres que desobedecen el órden patriarcal.

FOTOS EMILIO MORENATTI








viernes, 5 de octubre de 2012

Ácida es un proyecto que nace ante la necesidad de una lucha activa contra el terrorismo heteropatriarcal.
El ácido es empleado para la abrasión de rostro y cuerpo de mujeres en todas partes del mundo; nos reapropiamos la palabra y la convertimos en ataque.